Te he visto en ciudades
en las que ya no me encuentro.
Ruido blanco en mi cabeza
y flores marchitas que esperan.
Y el tiempo, viejo conocido
de una herida que no cierra.
Sigue corriendo,
hacia delante.
Y si te tropiezas,
que nadie te levante.
Sigamos actuando como si fuéramos inmortales Como si nuestro tiempo no se agotara Como si el de las personas que nos rodean tampoco Sigamos comportándonos como si las personas fueran a estar esperando toda la vida Como si fuera imposible que un día cuando te levantes veas que ya nunca más estaré. Que no quiera más volver. Sigamos demostrando que somos imbéciles Sigamos perdiendo el tiempo.