14-11-17
Tengo miedo a cerrar los ojos, porque solo veo a un ciervo en llamas.
Me creí más fuerte que tus demonios, pero me han hecho pequeña a tu lado.
He vuelto a escribir después de tantos años, sabiendo que es la forma en la que doy rienda a que escriban los demonios. Dejé de escribir porque no era bueno para mi, porque me abría en canal.
Pero he vuelto a escribir, porque es la única forma con la que me siento cerca de ti.
No me abro nunca a la gente, sin embargo a ti me he abierto de forma sorprendente en menos de una semana. Y tú me dejaste entrar en tu mundo, pero te asustaste, y todos esos pasos que distes adelante los distes hacia atrás. Dejándome abierta y permitiendo que entrasen de nuevo todos mis demonios que hace tanto que no veía.
Tú no conoces mi historia. Se que no me entenderás ni tú ni nadie ahora mismo lo que siento, cómo gustarte alguien tanto en tan poco tiempo. Porque no necesito tiempo para las cosas en las que estoy segura. Y ahora tengo miedo.
Tengo miedo de olvidar tu cara.
Tengo miedo de olvidar tu voz.
Tengo miedo de olvidar tu sonrisa.
Tengo miedo de olvidar tu olor.
Tengo miedo de ti y de mi.
Tengo miedo a que me olvides.
Tengo miedo de que no superes tus demonios y que no podamos ser felices.
Y no me gusta pensar que te tengo miedo.
Pero tú por favor, no me tengas miedo.
No te he dado todavía nada del tiempo que tanto quieres, y aún así ya echo de menos todo de ti.