Por favor. No aprietes tan fuerte.
Déjame coger aire para afrontar el día.
Déjame llenar mis pulmones.
Que cada bocanada de aire no suponga un esfuerzo titánico.
Que no sienta que no llega el aire con cada inhalación.
Por favor, decesito que sueltes un poco las manos al rededor de mi cuello.
Aprietame fuerte en la cama.
Pero por favor, el resto del tiempo, lo que aprietes fuerte sea mi mano.
No mi cuello.

Entradas populares de este blog

1