No quedan esperanzas, ni quedan ganas.
Lo único que me da el tiempo es un hueco mayor en el pecho. Un agujero negro que se va tragando todo.
Necesito volver a ilusionarme por algo, tener ganas de algo, esperanzas, un objetivo.
Algo que sirva como luz.
Porque estoy muy cerca de tirar definitivamente la toalla en la vida.
Son los versos robados, los que queman cada noche. Las palabras que tapan con su velo los puñales. La poesía dedicada a las cosas que nunca tendremos. Alimentando nuestra propia tristeza y miedo. Y dime niña, ¿qué es aquello que tanto anhelas, si nunca has tenido? Y dile niña, ¿con qué sueñas cada noche sabiendo que no ya lo habías perdido? La voz resuena en tu cabeza, ríndete, dice profunda. Ríndete y deja que la oscuridad te destruya.