A veces lo único que necesitas es desahogarte.
Tener un hombro en el que llorar.
Pero a veces, si no tienes eso, te ahogas.
A veces lo único que necesitas es que te abracen fuerte.
Sentir que exista algo que valga la pena.
Que lo valgo yo.
A veces lo único que necesitas es desahogarte.
Tener un hombro en el que llorar.
Pero a veces, si no tienes eso, te ahogas.
A veces lo único que necesitas es que te abracen fuerte.
Sentir que exista algo que valga la pena.
Que lo valgo yo.