1

El tiempo ha pasado como un cuchillo.
Tu ausencia se ha marcado a fuego en la piel y aún me despierto días pensando que sigues aquí.
Recuerdo cada una de tus palabras
y me recrimino a diario no haber podido luchar en tu lugar.
Y oigo tu voz que me diría que no es mi culpa, que fue una decisión tuya y que fui hasta el final el faro que te alumbraba.
Pero no fue suficiente.
Recuerdo que el día que me hiciste prometer que yo nunca me rendiría y que lucharía por todo lo que quiero.
Y si vieras como ha cambiado todo.
Aún no sabía que te estaba prometiendo vivir por los dos.
Y me come la rabia, cuando te echo de menos, cuando veo que la gente no valora a quien importa de verdad, cuando veo a la gente que quiero sufrir.
Y me come la rabia, que hace ya un año que no estás aquí.

Entradas populares de este blog