¿De verdad podemos hablar de soledad sin conocerla? El afán de estar ahí para todo el mundo, de mantener una buena actitud a las personas, y sin embargo, cada noche cuando te vas a dormir, te das cuenta que no tienes de quien despedirte, no tienes a quien acudir si las cosas están mal, no tienes quien se preocupe por ti, no tienes quien acuda a tu llamada.
Simplemente sabes que si desapareciese, no importaría.
Ver, que tu única compañía, es la soledad.