Es el miedo, el que maneja últimamente mis días.
El que contínuamente tiene agarrado mi corazón,
la boca del estómago,
la respiración.
A cubierto mis días con un velo negro
el cual no me deja ver la luz del día.
Estoy sola, con mis recuerdos, con un pasado que apenas puedo tocar.
Solo veo un futuro incierto, y al parecer, cada vez más lejos de ti.
Incluso de mi misma, del contacto de los pies con la tierra.
Porque ya no siento ni la lluvia caer.
Sigamos actuando como si fuéramos inmortales Como si nuestro tiempo no se agotara Como si el de las personas que nos rodean tampoco Sigamos comportándonos como si las personas fueran a estar esperando toda la vida Como si fuera imposible que un día cuando te levantes veas que ya nunca más estaré. Que no quiera más volver. Sigamos demostrando que somos imbéciles Sigamos perdiendo el tiempo.