A veces necesitamos un toque se atención del exterior, para hacernos ver lo estúpidos que hemos sido.
Con nosotros mismos.
Con otros.
Con el entorno.
Y es el miedo, lo que nos ha llevado a la estupidez. A cometer errores. A atentar contra lo que queremos.
Y he marcado la estupidez y el miedo en mi.
No dejaré que me domine.
No esta vez.
No contra mi.

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