Y en días como hoy, te odio.
Te odio más que nada.
Por haberme dicho siempre que luchase, cuando tú no lo hicistes.
Por decirme que fuera valiente, cuando tú no lo fuístes.
Por haberte ido antes de tiempo, y dejarme a mi en la tierra, sola.
Lo que odio es que no estés aquí, y sin embargo es eso lo que me da la rabia y la fuerza para seguir luchando por lo que quiero.
Por demostrarte donde estés, que si se podía.
Le voy a echar los cojones que en su día no pudimos.