Y si hoy me he despertado contigo en la memoria ha sido para recordar lo que nunca fuíste, que no eras lo que vendías.
Envenenando todo lo que tocas, destruyendo todo por donde pisas.
Pero vuelvo a ser yo, la persona fuerte y llena de vida que ha conseguido expulsar tu veneno.
Que soy consciente que siempre quedará una gota, un recuerdo, pero no voy a luchar por alguien que él mismo se ha dado por vencido.
Que aunque fueron tus manos las que quise, no son tus manos frías las únicas que existen.
Hay manos que te agarran si te vas a caer, manos que te valoran, manos que te acarician, manos que no juegan contigo, manos que te dan paz y no toda esa angustía que me producían tus demonios.
Manos que te dicen "Descansa bonita"
Son los versos robados, los que queman cada noche. Las palabras que tapan con su velo los puñales. La poesía dedicada a las cosas que nunca tendremos. Alimentando nuestra propia tristeza y miedo. Y dime niña, ¿qué es aquello que tanto anhelas, si nunca has tenido? Y dile niña, ¿con qué sueñas cada noche sabiendo que no ya lo habías perdido? La voz resuena en tu cabeza, ríndete, dice profunda. Ríndete y deja que la oscuridad te destruya.