Y te agradezco a cada instante que no me quisieras, que me apartaras de ti.
Porque contigo la vida hubiera sido una condena.
Me habrías arrastrado al infierno del que no quieres salir. Del infierno en el que estuve una vez y tanto luché por irme de allí.
Tóxico, veneno y frío.
Porque no quieres ver todo lo que puedes ser.
Yo seguiré adelante. Habrá días mejores y días peores. Pero siempre iré con la cabeza bien alta, sabiendo que puedo con todo, queriéndome y no arrepintiéndome de nada.
Yo sigo mi camino.

Entradas populares de este blog

1