Vacío.
Como mi cama.
Como tus palabras.
Como mi pecho.
Como los Domingos.
Vacío.
Como los domingos en Noviembre.
Como los domingos en Febrero.
Ahora todo vacío.
No volveré a compartir un Domingo.
Los quiero vacíos.
Son los versos robados, los que queman cada noche. Las palabras que tapan con su velo los puñales. La poesía dedicada a las cosas que nunca tendremos. Alimentando nuestra propia tristeza y miedo. Y dime niña, ¿qué es aquello que tanto anhelas, si nunca has tenido? Y dile niña, ¿con qué sueñas cada noche sabiendo que no ya lo habías perdido? La voz resuena en tu cabeza, ríndete, dice profunda. Ríndete y deja que la oscuridad te destruya.