Por qué te gusta tanto torturarme
Por qué de golpe vuelves como si nada, el instante el cual pienso que podremos empezar de cero. Que has cambiado y que esta vez irá bien. Que me has echado de menos.
Un instante que se desvanece rápido. Vuelve tu veneno, tu gusto por verme sufrir. Me ahogas, reabres una herida tan profunda de la que tanto me costó salir, y lo peor, consigues que pierda a la persona que me importa.
Cuando ya te has alimentado de tu dolor vuelven tus palabras crueles, vuelve el echarme a mi las culpas, vuelve tu huída.
¿No te gusta verme feliz?
Me has arrastrado otra vez dentro de la alcantarilla, sola y fría.