La absurda manía del ser humano de valorar las cosas, cuando ya no las tienes.
De valorar a las personas, cuando ya se han ido.
El creerte que van a volver cuando tú quieras. Y no. Mucho más lejos de la realidad.
Por qué no se valora a la persona que está ahí, a tu lado, luchando día a día, a veces incluso sin que lo sepas. Y solo darse cuenta cuando se hayan ido.
Por qué tenemos los ojos tan cerrados.
Qué nos da tanto miedo ver.
De qué hay alguien que nos quiere.
Sigamos actuando como si fuéramos inmortales Como si nuestro tiempo no se agotara Como si el de las personas que nos rodean tampoco Sigamos comportándonos como si las personas fueran a estar esperando toda la vida Como si fuera imposible que un día cuando te levantes veas que ya nunca más estaré. Que no quiera más volver. Sigamos demostrando que somos imbéciles Sigamos perdiendo el tiempo.