El tiempo pasa demasiado deprisa cuando es del sofá a tu cama, de tu cama al sofa.
La piel en contacto, pura electricidad.
Dos animales, la lujuría, el deseo y el placer.
Durante ese tiempo, el resto del mundo desaparece. Los miedos, las dudas.
Sigamos actuando como si fuéramos inmortales Como si nuestro tiempo no se agotara Como si el de las personas que nos rodean tampoco Sigamos comportándonos como si las personas fueran a estar esperando toda la vida Como si fuera imposible que un día cuando te levantes veas que ya nunca más estaré. Que no quiera más volver. Sigamos demostrando que somos imbéciles Sigamos perdiendo el tiempo.