Que tendrá la noche, que destruye todo lo que construíste durante el día.
Conforme va anocheciendo, la pena y la melancolía van floreciendo. La tristeza y el echar de menos acompaña a la oscuridad.
Y a la mañana siguiente, despiertas debastado, teniendo que volver a reconstruirte durante el día otra vez más. Sabiendo que la noche te lo volverá a quitar.
Y así pasan los días.
Y así pasan las noches.
Sin el calor de una piel, con el frío de la aurora.
Son los versos robados, los que queman cada noche. Las palabras que tapan con su velo los puñales. La poesía dedicada a las cosas que nunca tendremos. Alimentando nuestra propia tristeza y miedo. Y dime niña, ¿qué es aquello que tanto anhelas, si nunca has tenido? Y dile niña, ¿con qué sueñas cada noche sabiendo que no ya lo habías perdido? La voz resuena en tu cabeza, ríndete, dice profunda. Ríndete y deja que la oscuridad te destruya.