En el abismo te veo, mirando fíjamente lo que sería el horizonte. Y grito tu nombre, pero son palabras vacías en paraje desierto.
Que las heridas que debíamos lamernos, rascamos con ganas hasta llegar al hueso. Y del tuetano has chupado, negro, sucio y espeso.
Te lanzaste al vacío, dejando atrás lo que todo lo cura. El cariño y los abrazos, el despertarme contigo. No son más que simples retazos.

Entradas populares de este blog

1