En el abismo te veo, mirando fíjamente lo que sería el horizonte. Y grito tu nombre, pero son palabras vacías en paraje desierto.
Que las heridas que debíamos lamernos, rascamos con ganas hasta llegar al hueso. Y del tuetano has chupado, negro, sucio y espeso.
Te lanzaste al vacío, dejando atrás lo que todo lo cura. El cariño y los abrazos, el despertarme contigo. No son más que simples retazos.
Sigamos actuando como si fuéramos inmortales Como si nuestro tiempo no se agotara Como si el de las personas que nos rodean tampoco Sigamos comportándonos como si las personas fueran a estar esperando toda la vida Como si fuera imposible que un día cuando te levantes veas que ya nunca más estaré. Que no quiera más volver. Sigamos demostrando que somos imbéciles Sigamos perdiendo el tiempo.