La tranquilidad de despertar en una cama que no es la mía.
El desasosiego de ver que tú no estás.
Dando vueltas por la vida, temiendo que no volverás. Esa ilusión por algo o por alguien, esa esperanza, fe y futuro.
Llamando soledad a algo que enrealidad es miedo al amor. A eso que todo lo cura, pero que también un día tanto te destruyó, que ahora te da un miedo atroz.
Y viviré sin sentir, sin tus ojos llenos de vida, sin ninguna espectativa.
Son los versos robados, los que queman cada noche. Las palabras que tapan con su velo los puñales. La poesía dedicada a las cosas que nunca tendremos. Alimentando nuestra propia tristeza y miedo. Y dime niña, ¿qué es aquello que tanto anhelas, si nunca has tenido? Y dile niña, ¿con qué sueñas cada noche sabiendo que no ya lo habías perdido? La voz resuena en tu cabeza, ríndete, dice profunda. Ríndete y deja que la oscuridad te destruya.