Cuando no te salen las palabras, solo los suspiros.
Cuando el silencio diga más, como un grito.
21 gramos pesa el alma, y parecen como 21 kilos.
Que por cada paso que das adelante, das dos hacia atrás.
Eres tu propio límite, quién transformó los gramos en kilos.

Pensamientos difusos, sentimientos encontrados.
El pelo alborotado, y el corazón sangrando.
¿Qué le pasó a nuestra generación que vive guiada por el dolor?

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