Los besos, las caricias, ver cómo los dos nos volvemos vulnerables ante ellas.
Como cuando estamos juntos el resto del mundo desaparece, los problemas no importan.
Pero cada vez que me marcho de tu casa, se queda un pedacito de mi ahí. Y en mi pecho te haces más hueco.
Hace mucho que no echaba de menos tanto a algo o alguien, y no me gusta esa sensación, porque te quiero aquí cerca.
Quiero volver a despertarme y lo primero que vea sea en tus ojos aguamarina. Que me acaricies la espalda. Que me digas que no me vaya.
Pero hoy me he despertado en mi cama. En la cama equivocada.