Voy a estar a tu lado.
Voy a cargar contigo.
Estaré cuando no tengas ánimo, cuando te falte el aliento, para levantarte de nuevo.
Me pondré en medio de ti y tus demonios, protegiéndote del fuego.
Me interpondré para que no te den las balas.
Haré cualquier cosa por ti. Para que estés a salvo y feliz.
Y cuando hayas renacido y eches andar, me dejarás en el suelo agotada. Porque yo, ya no te sirvo.
Porque la bala que paré, fuiste tú quien la dispararó.